Javier Navarrete Ibáñez “La relación justicia-medios en este momento es tensa”

Javier Navarrete, Luciano Kihn y Madeleine Aprea. 
El periodista especializado en temas judiciales, Javier Navarrete Ibáñez fue entrevistado por los estudiantes Luciano Kihn y Madeleine Aprea, de la cátedra de Relaciones Públicas I, en el marco del panel sobre el rol de los medios cuando hay que juzgar, que se realizó en la Universidad del Este el pasado jueves 6 de junio.


Consultado acerca de su postura sobre la relación entre medios de comunicación y justicia, en el contexto actual, con las modificaciones que se están impulsando en ese campo, Navarrete afirmó “en este momento la relación es tensa. Por ahí no tanto como en los 70 u 80, cuando la relación fue de ocultamiento, de restricción de la información. Se ocultaban muertes, desaparecidos, etc. A fines de los 90 y comienzo de siglo XXI, en un contexto de la “maldita policía”, la justicia debía estar asociada con esa forma de investigar o no investigar, con esos códigos de silencio. Y ahora hay una relación tensa porque si bien se aceitaron los mecanismos del decir, de destrabar algún secreto de sumario, queda mucho por recorrer. Ya no se da tanto aquello de que solo el juez habla a través de sus fallos y nada más, ya no es tanto la mención de "Su Señoría", o lo del “palacio de justicia”, con ese lenguaje de tiempos de la inquisición. No obstante, aún hoy, en 2013 por un lado tenemos unos emisores que tienen con mucha atención y cuestionamientos entre el decir y el no decir, y a menudo eligen el no decir; se encierran en sus despachos a pesar de que tienen fallos muy polémicos, en causas de interés público y que los periodistas necesitan contar”.
En esos casos, analiza el periodista del diario Hoy, “surge el conflicto de intereses”. Esta tensión se da ante la necesidad del periodista de tener que llevar al medio lo que le están pidiendo, en poco tiempo, en el corto plazo, en un escenario en el cual aparecen los tiempos de la justicia, que son otros tiempos. “Hay que respetar el secreto de sumario, para que la investigación no se obstaculice, por ejemplo. Hubo un tiempo en que se hicieron pequeñas modificaciones y ahora por primera vez se está discutiendo acerca de los cambios. Por primera vez estamos todos de acuerdo en la opinión pública, en que algo pasa, en que algo hay que cambiar”, indica.

Periodismo especializado e influencia mediática
“Hace 20 años no existían los periodistas especializados en justicia” sentencia Navarrete y describe cómo era el panorama entonces. “Los policías hacían el parte policial, lo transcribían por la detención y nada más. Podemos decir que casi no había términos judiciales o policiales en los medios”.
Respecto de la transformación que fue operando desde entonces, explica que “hoy no hay medio o redacción que no tenga un periodista de judiciales. Inclusive, a pesar de que estamos en la sección judicial, también estamos pivoteando en todas las secciones. Por ejemplo, si hablamos de las muertes durante una inundación, vamos a escribir en la sección de política; o si se trata del cuádruple crimen de La Plata o el caso Píparo, el análisis irá para policiales. Creo que esta situación ha cambiado para bien, obligó a los periodistas de judiciales a que se especializaran”.

En referencia a la influencia que pueden tener los medios en las cuestiones legales y judiciales, Javier Navarrete Ibáñez considera que “si bien no es determinante, puede influir. Una tapa o un título uno en un diario relevante, como antes se decía, puede voltear un gobierno. Son realmente importantes los medios en el sentido de que hacen a la opinión. Los jueces miran los diarios, aunque digan que no hay un medio, o una noticia periodística, o una marcha que le hagan a un tribunal, que los pueda conmover”.

Accesibilidad a la información y transparencia

A menudo los periodistas tienen problemas para conseguir fuentes confiables en materia judicial y Navarrete sostiene que son cuatro los puntos importantes que atentan contra la posibilidad de informar mejor. “Uno es la accesibilidad de la información (el secreto de sumario y la idea de que los jueces hablan a través de sus sentencias y a veces se dificulta acceder a ellas). El otro es el lenguaje encriptado con el que se hacen las sentencias, es información que no es para todo el publico; el tercero es la diferencia en los tiempos: los de la justicia no son los mismos que los periodísticos. Y por último, pero no menos importante, está la cuestión de la transparencia. Hay un gran cuestionamiento de la opinión pública a la justicia porque ante un fallo polémico la gente piensa que hubo un arreglo. Por eso sería bueno que hubiera más información, porque quienes hacemos periodismo judicial trabajamos con una institución emblemática, con valores muy fuertes. Piénsese, por ejemplo, en lo que piensa la gente cuando escucha o lee que absolvieron al supuesto tirador de Píparo o que soltaron a tal o cual sospechoso”, concluye. 

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